Cuando una persona menor de 14 años es víctima o testigo de varios tipos de delitos, entre ellos homicidio, lesiones, contra la libertad, contra la integridad moral, trata de seres humanos, contra la indemnidad sexual o contra la intimidad, su declaración en la fase de instrucción se practicará como prueba preconstituida y deberá llevarse a cabo con una serie de garantías, ya que constituirá prueba plena en el juicio oral.

Esta exploración se lleva a cabo por profesionales especializadas, habitualmente equipo psicológico forense, encontrándose también presentes, aunque en una estancia separada y sin tener contacto con la persona menor de edad, la jueza o juez de instrucción, el Ministerio Fiscal, la defensa y la acusación, garantizando los principios de contradicción y defensa. La declaración es grabada en soporte audiovisual, lo que permite que la persona menor no tenga que comparecer nuevamente en el juicio oral ni entrar en contacto con la persona investigada.